MARTES 20 DE AGOSTO
Hoy la Luna pasa a Piscis y continúa en cuadratura a la conjunción Marte Júpiter en Géminis y queda en conjunción a Saturno y esto nos lleva a confrontar nuestras emociones de manera seria y profunda. Saturno trae una energía de responsabilidad, límites y estructura, mientras que la Luna en Piscis nos conecta con nuestras emociones más sensibles, intuitivas y, a veces, confusas. Podríamos sentir una carga emocional o una necesidad de madurar emocionalmente, enfrentando miedos o inseguridades que hemos mantenido ocultos. Es posible que experimentemos una sensación de limitación o restricción en nuestra capacidad para expresar nuestros sentimientos o en cómo nos relacionamos emocionalmente con los demás. La conjunción podría hacernos sentir que debemos tomar nuestras emociones con mayor seriedad, lo que puede llevarnos a un periodo de introspección o a asumir mayores responsabilidades emocionales.
Hoy es un día que nos empuja a madurar emocionalmente, enfrentando nuestras inseguridades y limitaciones mientras tratamos de avanzar en nuestras metas. Es un momento para ser conscientes de nuestras emociones y asegurarnos de que nuestras acciones están en sintonía con nuestros valores y responsabilidades, incluso cuando sentimos la presión de movernos rápidamente y buscar nuevas oportunidades.
MIÉRCOLES 21 DE AGOSTO
Hoy la Luna continúa en conjunción a Saturno, en cuadratura a Marte y Júpiter en Géminis y le hace otra conjunción a Neptuno.
Con la Luna unida a Saturno, nuestras emociones tienden a ser más serias y pesadas. Saturno nos hace sentir el peso de nuestras responsabilidades y puede traernos un sentimiento de limitación o contención emocional. La presencia de Neptuno, sin embargo, añade un toque de idealismo, sensibilidad e incluso confusión, mezclando lo real con lo imaginario. Podríamos sentirnos abrumados por emociones que parecen difíciles de entender o manejar, al tiempo que nos esforzamos por mantenernos realistas y enfocados.
Esta combinación puede hacernos sentir más vulnerables, como si nuestras emociones estuvieran en un estado de incertidumbre o falta de claridad. Es un periodo en que necesitamos ser gentiles con nosotros mismos, aceptando tanto nuestras limitaciones como nuestras aspiraciones espirituales o emocionales.
La Luna también le hace una oposición a Venus en Virgo y esto nos enfrenta a tensiones en nuestras relaciones y en cómo nos valoramos a nosotros mismos. Mientras que Venus en Virgo busca perfección, orden y claridad en el amor y las relaciones, la Luna en Piscis en conjunción con Saturno y Neptuno puede sentirse más desbordada, idealista o incluso confundida. Este aspecto nos invita a equilibrar nuestras necesidades emocionales con nuestras expectativas en las relaciones, evitando caer en el perfeccionismo o la crítica excesiva. Podríamos sentir que nuestras emociones no están siendo completamente comprendidas o valoradas por los demás, o que estamos luchando por encontrar un equilibrio entre nuestras propias necesidades y las demandas de nuestras relaciones. Es un momento para practicar la compasión y la aceptación tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás.
Un sextil de la Luna con Urano nos trae una salida creativa y transformadora. Urano en Tauro nos invita a encontrar formas innovadoras y prácticas de manejar nuestras emociones y circunstancias. Esto puede ser a través de cambios inesperados que nos ayuden a liberarnos de viejos patrones o formas de pensar.
La Luna de hoy le hace otro sextil a Plutón en Acuario y esto nos da la oportunidad de transformar profundamente nuestra perspectiva emocional y psicológica. Podemos usar este tiempo para empoderarnos, conectándonos con nuestra fuerza interna y renovando nuestras actitudes hacia las situaciones que estamos enfrentando. Este es un momento para abrazar el cambio, utilizando nuestras emociones como una fuente de poder y renovación.
Os quiero hablar del pequeño gran trígono que vuelven a formar los 3 transpersonales, ya he hablado muchas veces, pero es que es una configuración muy importante que nos llevará a una nueva forma pensar a nivel general. Son los planetas transpersonales, así que esto será para todos, por eso incido tanto.
Urano en Tauro queda en trígono a Plutón en Acuario y esta es una combinación poderosa de transformación y revolución. Urano aporta el impulso para innovar y cambiar, mientras que Plutón proporciona la profundidad y la intensidad necesarias para transformar completamente las estructuras. Juntos, facilitan un proceso de cambio que puede ser profundo y duradero, especialmente en áreas relacionadas con la economía, la tecnología, la ecología y las estructuras sociales.
Los sextiles que forman Urano y Plutón con Neptuno en Piscis actúan como canales de oportunidad para integrar lo espiritual y lo ideal con las transformaciones que están ocurriendo en el mundo material y social. Neptuno añade una dimensión de inspiración, compasión y visión idealista, ayudando a que las innovaciones de Urano y las transformaciones de Plutón se realicen con un sentido de propósito espiritual o colectivo.
Este pequeño gran trígono tiene el potencial de facilitar cambios revolucionarios y transformaciones profundas que están alineadas con ideales más elevados. Es un aspecto que puede promover avances en la conciencia colectiva, especialmente en cómo manejamos los recursos, la tecnología y nuestras relaciones sociales. La influencia de Neptuno puede suavizar los cambios, imbuyéndolos de compasión y una visión de unidad. Aunque este aspecto es principalmente fluido y positivo, el riesgo puede estar en idealizar demasiado el proceso de cambio (por la influencia de Neptuno), o en resistir los cambios necesarios por apego a lo establecido (Urano en Tauro). También podría haber una tendencia a perderse en ilusiones o escapismos si no se maneja bien la energía de Neptuno.
Resumen:
Este pequeño gran trígono entre Urano, Plutón y Neptuno es un aspecto que facilita una gran transformación a nivel colectivo y personal, promoviendo la innovación y el cambio estructural con un trasfondo espiritual y compasivo. A nivel personal, nos puede llevar a reevaluar nuestros valores, a transformar profundamente nuestra vida, y a buscar una mayor conexión con lo espiritual y lo colectivo. A nivel colectivo, es un aspecto que podría impulsar avances en tecnología, reformas sociales y una mayor conciencia ecológica y espiritual, siempre buscando la integración de lo nuevo con una visión idealista y compasiva. Es un momento para abrazar el cambio, utilizando la intuición y la inspiración para guiar los procesos de transformación hacia un futuro más alineado con nuestros ideales más elevados. Como siempre os digo, esto no es gratis, nadie cambia de la noche a la mañana y porque sí. Habrá que pasar por momento que no serán fáciles pero que nos llevarán a este cambio. Ya os comenté que esta configuración se dio en la segunda guerra mundial, con la diferencia que en aquel momento el ápex estaba en Plutón y ahora está en Neptuno.
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