Hoy Plutón, en su retrogradación, vuelve a entrar en Capricornio, saldrá el 19 de noviembre para no volver hasta dentro de 248 años. En estos dos meses y medio terminará el trabajo, algún detalle que le falta por rematar como terminar con las estructuras obsoletas, gobiernos y dirigentes caducos que ya no dan más de sí, e incluso en nosotros mismos, cambios de trabajo, cambiar nuestra filosofía de vida, dependerá en qué casa tengamos los últimos grados de Capricornio.
La Luna queda hoy en conjunción al Sol en Virgo, pero no será hasta mañana a la 1:55 hora de Greenwich que se dé la Luna Nueva en Virgo. En muchos países aún serán las últimas horas de hoy.
La conjunción entre la Luna y el Sol en Virgo alinea nuestras emociones (Luna) con nuestra voluntad y propósito (Sol). En Virgo, esta conjunción nos impulsa a enfocarnos en mejorar aspectos de nuestra vida cotidiana, como nuestra salud, nuestras rutinas y nuestro entorno laboral. Es un buen momento para establecer metas relacionadas con la organización, la limpieza, y la mejora de nuestro bienestar general.
Un sextil entre la Luna en Virgo y Marte en Géminis añade una energía activa y comunicativa al tránsito. Marte en Géminis fomenta la acción rápida, el ingenio y la versatilidad, mientras que Virgo aporta un enfoque meticuloso y detallado. Este aspecto facilita la capacidad de actuar con precisión y de abordar tareas de manera eficiente. Es un buen momento para tareas que requieren tanto acción como un enfoque mental. La combinación de la energía de Marte con la meticulosidad de Virgo sugiere que podemos ser especialmente productivos, resolviendo problemas de manera rápida y efectiva, especialmente en áreas que requieren comunicación, análisis, o trabajo en equipo.
La Luna también queda en cuadratura a Urano en Tauro y esto introduce una tensión que puede manifestarse como cambios repentinos o sorpresas que afectan nuestra sensación de seguridad y estabilidad. Urano en Tauro representa la innovación y la ruptura de estructuras establecidas en áreas relacionadas con lo material y la seguridad personal. Mientras que la Luna en Virgo busca orden, rutina y estabilidad, Urano en Tauro puede sacudir estas bases con cambios imprevistos. Este aspecto puede generar una sensación de inquietud o la necesidad de adaptarse rápidamente a nuevas circunstancias que desafían nuestra zona de confort. Podemos sentirnos forzados a abandonar viejas formas de hacer las cosas y a adoptar un enfoque más flexible y adaptable.
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