Cuarto Creciente en Escorpio
El cuarto creciente es una fase lunar que se caracteriza por el crecimiento y la expansión de la energía. En esta etapa, la Luna se encuentra a mitad de camino entre la Luna Nueva y la Luna Llena, representando un período en el que nuestras intenciones y proyectos comienzan a tomar forma concreta. Es un momento propicio para tomar decisiones, avanzar con determinación y superar cualquier obstáculo que se presente en el camino. Cuando esta fase ocurre en Escorpio, un signo de agua conocido por su intensidad emocional, profundidad y capacidad para la transformación, la energía de este cuarto creciente se vuelve aún más poderosa y enfocada. Escorpio nos invita a investigar, a ir más allá de la superficie, y a confrontar verdades que podrían haber estado ocultas o reprimidas. Durante un cuarto creciente en Escorpio, nos sentimos impulsados a transformar y regenerar aspectos de nuestras vidas que ya no funcionan o que necesitan un cambio profundo. Es un momento para profundizar en nuestras emociones, enfrentar nuestros miedos y trabajar con temas de poder, control y transformación personal. Las decisiones que tomamos bajo esta influencia tienden a ser apasionadas y guiadas por una fuerte intuición, ya que Escorpio nos conecta con nuestras motivaciones más profundas y nuestros deseos más intensos.
En este cuarto creciente la Luna queda en la casa 11 que representa las amistades, los grupos, las metas a largo plazo y los sueños colectivos. Esto sugiere que, en este período, es momento de revisar nuestros compromisos con amigos, grupos o asociaciones, y eliminar lo que ya no nos sirve o no resuena con nosotros en un nivel emocional profundo.
Esta Luna queda en trígono a Saturno en Piscis
La Luna representa nuestras emociones y necesidades subconscientes, y al estar en trígono (un aspecto armonioso) con Saturno en Piscis, nos habla de estabilidad emocional que se apoya en la intuición, la empatía y una visión espiritual de la vida. Saturno en Piscis nos proporciona estructura a nuestros sueños y nos ayuda a mantener una base emocional firme, incluso en momentos de incertidumbre.
La Luna en oposición a Urano en Tauro puede generar inestabilidad emocional o cambios inesperados en los sentimientos o entorno. Urano en Tauro sugiere que estos cambios están relacionados con la seguridad, la estabilidad y los valores materiales. Es posible que sintamos una necesidad de liberarnos de estructuras o relaciones que ya no nos sirven emocionalmente.
La Luna en trígono con Neptuno en Piscis nos indica una conexión fluida entre nuestras emociones y la energía de Neptuno en Piscis, que es la del idealismo, los sueños y la compasión. Nos da una gran sensibilidad, intuición y una capacidad para conectar con los aspectos más espirituales y artísticos de la vida. Es un aspecto que potencia la empatía y la imaginación.
El Sol queda en sextil a la conjunción Marte Júpiter y este es un aspecto de oportunidades. La conjunción de Marte (acción, energía) y Júpiter (expansión, crecimiento) en Géminis (comunicación, pensamiento) nos dice que tenemos la capacidad de tomar acciones decididas y comunicarnos de manera efectiva. El Sol en Leo en sextil con esta conjunción nos otorga una gran oportunidad para destacar y crecer, especialmente en áreas que requieren comunicación, aprendizaje o intercambio de ideas.
El Sol de hoy queda en cuadratura a Urano en Tauro y esto nos dice que hay un conflicto entre nuestro deseo de autoexpresión y la necesidad de estabilidad o cambio en su vida material. Puede haber impulsos repentinos de romper con lo establecido para buscar una mayor autenticidad, lo que podría generar tensiones internas.
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