JUEVES 12 DE SEPTIEMBRE
Hoy la Luna en Capricornio continúa en cuadratura a Neptuno y le hace un trígono a Mercurio en Virgo que favorece la armonía entre nuestras emociones (Luna) y nuestra mente racional (Mercurio). Tanto Capricornio como Virgo son signos de tierra, lo que significa que este trígono fomenta un enfoque práctico, eficiente y lógico en la gestión de nuestras emociones. La Luna en Capricornio nos hace sentir la necesidad de estabilidad y estructura, mientras que Mercurio en Virgo añade una mente analítica y detallista. Nos sentimos más claros y organizados emocionalmente. Es un buen momento para tomar decisiones basadas en la lógica y en lo que es práctico, ya que nuestras emociones están alineadas con nuestro pensamiento racional. Podemos comunicar nuestras emociones de manera efectiva y resolver problemas de forma práctica.
Una oposición de la Luna en Capricornio a Marte en Cáncer genera tensión entre nuestras emociones y nuestras acciones. Marte en Cáncer actúa de manera defensiva y protectora, mientras que la Luna en Capricornio es más fría, controlada y enfocada en la responsabilidad. Esta oposición puede manifestarse como una lucha interna entre lo que sentimos que debemos hacer (Capricornio) y lo que realmente queremos hacer desde una perspectiva emocional o instintiva (Cáncer). Podemos sentirnos emocionalmente tensos o frustrados. Nuestras emociones y acciones pueden estar en conflicto, lo que genera irritabilidad o dificultades para tomar decisiones claras. Esta tensión puede llevarnos a actuar de manera impulsiva o a reprimir nuestras emociones, lo que podría generar malestar o confrontaciones con otros.
VIERNES 13 DE SEPTIEMBRE
Hoy la Luna le hace un trígono al Sol en Virgo y esto crea una conexión fluida entre nuestras emociones (Luna) y nuestra identidad o propósito (Sol). Tanto Capricornio como Virgo son signos de tierra, lo que refuerza un enfoque práctico, realista y productivo. Este trígono nos permite sentirnos emocionalmente equilibrados y alineados con nuestras acciones diarias. Es un buen momento para tomar decisiones prácticas y avanzar en nuestros proyectos. Sentimos que nuestras emociones están alineadas con lo que necesitamos hacer, por lo que podemos organizar nuestras tareas y responsabilidades de manera efectiva, con una sensación de satisfacción emocional.
La Luna le hace una cuadratura a Venus que a su vez se encuentra en cuadratura a Júpiter, lo que genera una tensión emocional en el ámbito de las relaciones y el placer. Mientras la Luna en Capricornio busca seguridad y control, Venus (que representa las relaciones, el amor y el disfrute) está en un lugar más relajado y busca disfrutar de la vida. Esta discrepancia puede generar conflicto entre nuestras necesidades emocionales y nuestros deseos en las relaciones o en lo que nos da placer. Además, el trígono de Venus a Júpiter amplifica este deseo de disfrutar, de buscar expansión en lo que amamos, lo que puede crear aún más tensión entre el deber (Luna en Capricornio) y el placer (Venus). Podemos sentirnos divididos entre nuestras responsabilidades emocionales y nuestras ganas de disfrutar o complacer a los demás. Es posible que queramos estar enfocados en nuestras metas y deberes, pero al mismo tiempo surja el deseo de relajarnos y disfrutar de momentos placenteros con otras personas. El trígono entre Venus y Júpiter nos impulsa a buscar felicidad y expansión, pero es importante no dejarnos llevar por la indulgencia o los excesos.
Un sextil de la Luna a Saturno en Piscis crea una conexión de estabilidad y responsabilidad emocional. La Luna en Capricornio ya es bastante pragmática y controlada, y el sextil con Saturno (planeta de la disciplina y los límites) refuerza esta energía de madurez emocional y enfoque en las responsabilidades. Saturno en Piscis, aunque menos estructurado que en otros signos, sigue trayendo una influencia de seriedad y compromiso en las áreas emocionales. Nos sentimos emocionalmente más fuertes y dispuestos a asumir nuestras responsabilidades. Es un buen momento para trabajar en proyectos a largo plazo o para comprometerse con algo importante, ya que tenemos la energía emocional para soportar el esfuerzo necesario.
Nos queda un trígono de la Luna a Urano en Tauro que introduce una influencia de innovación y cambio. Urano en Tauro representa cambios inesperados en áreas relacionadas con la estabilidad, los recursos y los valores. El trígono a la Luna en Capricornio sugiere que podemos adaptarnos emocionalmente a estos cambios y verlos como una oportunidad para mejorar nuestras vidas de manera práctica. Este es un momento en el que podemos sentirnos más abiertos a cambios emocionales o a nuevas formas de abordar nuestras metas. Los cambios no nos desestabilizan, sino que los vemos como una manera de mejorar o innovar nuestras circunstancias, sobre todo en lo relacionado con el trabajo, los recursos y el bienestar material.
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